sábado, 7 de abril de 2012

festejo

ayer reímos sin miedo,
ayer nos curamos por un rato.

ayer gritamos fuerte, tomamos vino
ayer trajimos el tiempo a la cena
le buscamos los momento mansos,
esos ratos que nos quedan de reserva,
que sostienen con trabajo el hilito,
que más luego delirio.

ayer buscamos las razones, las canciones que nos atan bien fuerte,
que nos sostienen acá bajo,
donde todavía no entiendo cómo no caemos.

ayer dormimos a puerta abierta,
como pa que el festejo siga la ronda y nos encuentre pronto,
bien despiertas.

domingo, 29 de enero de 2012

letras de hace unos cuantos tiempos, pero de todos los días.

quizá lo de recién pareció una tontería, un locura, una broma.
pero no, ahí va este remolino que revuelve todo, que trae tus palabras de hace dos, tres, cuatro años  que algunavezmuchas, me hicieron creer en puentes voladores, en el amor con girondo y pinkfloyd; ahi se lleva la sensación fresca de un mimo, de dejarme dormir y que el sueño sea un infierno y no importe porque estas ahi, acorazando todo idilio con un abrazo.
conocer la geometría de dormirdeados y que sea una fiesta.
de hablar de cualquier cosa y que sea genial, que te calles siempre cuando tengas un incendio adentro, y que se te note hasta en las uñas. y yo ser la loca quesiemprequierehablar y pensar obstinadamente que sacando el remolino afuera algun día la cosa va a ser  lindacomosiempre, y que el miedo, la bronca, la mudeza no se la van a llevar.
entonces tirarte mi textraño al vacio es el minimo residuo que deja este remolino, te lo digo en serio.
que pensé siempre que todo lo que pasó nos queda chico, que vale jugar.
que después de 4 años, o 1500 días o... ya quiero cerrar los ojos y largarme. y llegar algún lado. y con vos.
que si elijo un pedazo de rato que nos compartió siempre es increible, pero que cuando miro son más de la una. y hoy y ayer no estabas. y ni se si pensas en eso.

los remolinos son cosa revuelta. y así, entonces yo.
queriéndote mucho,
pero mucho, largo y hondo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

ingratitud

de tu capacidad infinita de ignorarme crecerán peces de jardín, revivirán los malos de las películas de cuando ocho, lloverán sandías.

domingo, 14 de agosto de 2011

volver

te llamo mirando el sol pidiéndole que me amanse, que me sane el temple, que me ordene el pelo y deshaga las cascaritas de los dedos. espero sigilosa el pasar del tono siempre regular, uniforme como los pasos de elefante que nunca va a dejar de caminar.

corta tu voz la pausa entre tuuuuuut y el inminente siguiente. tus palabras haciendo cosquillas, como si el tiempo empezara ahora, sabiendo la bondad de ese cielo, cuidando la calma de la tarde.
dibujás ahí una historia en el aire, recortás una, dos, cien mil tres palabras, jugando a armar bonitas frases. pasan las horas: el mate, la parra, los amantes, la cocina, la revolución y los cajones. inaugurás todas las mayúsculas sin dudar de la mudez de cualquier gesto, cualquier frase, cualquier mueca o suspiro.

apretás el botón rojo, masticás el teléfono.
decís que buenas tardes mi bien.

Tut, tut, tut, tut...



viernes, 29 de abril de 2011

volvida

tengo los dedos rotos, la cabeza partida.
me quedo con las dudas narcóticas, con las siete preguntas.
me traigo la certeza de la voltailidad de la firmeza.

dolimos, pero conejo duerme otra vez en casa.-

martes, 5 de abril de 2011

la (des)espera

otra vez atacan, aquí los intercesores, los nudos que parecían haberse volado.
otra vez el tiempo siniestro del otra vez. y nosotras siempre, creyéndonos tan nuevas...
elegí los cuentos para leerte, esperé el minuto para tentarte, para que me hagas hueco y para, sobre todo, que me dejaras entrar.
seleccioné de todos mis sentires los más enteros, con tal de descubrirte siempre nuevo.

y entonces encontré el miedo a volar lejos, a llegar otra vez sola al cielo.
es que siempre lo peor fue bajar, fue volver reconociendo el tiempo podrido acumulado en el pelo, la indiferencia, el frio con hasta luego.

y porqué siempre con los cien volando, pienso. porqué otra vez el recuerdo de tu vuelo ligero, de la caída mansa, del llanto bajito.
cuándo nos hicieron tan rompibles, cuándo te ganó el ayuno de los buenos días, la distancia cobarde.

cuándo aprenderá irulana a ser menos ciega, a llenarse las manos de excusas, a vivir a tientas.

yo lo que más lamento es que, lo único que supimos escribir, fueron las historias tristes.