domingo, 14 de agosto de 2011

volver

te llamo mirando el sol pidiéndole que me amanse, que me sane el temple, que me ordene el pelo y deshaga las cascaritas de los dedos. espero sigilosa el pasar del tono siempre regular, uniforme como los pasos de elefante que nunca va a dejar de caminar.

corta tu voz la pausa entre tuuuuuut y el inminente siguiente. tus palabras haciendo cosquillas, como si el tiempo empezara ahora, sabiendo la bondad de ese cielo, cuidando la calma de la tarde.
dibujás ahí una historia en el aire, recortás una, dos, cien mil tres palabras, jugando a armar bonitas frases. pasan las horas: el mate, la parra, los amantes, la cocina, la revolución y los cajones. inaugurás todas las mayúsculas sin dudar de la mudez de cualquier gesto, cualquier frase, cualquier mueca o suspiro.

apretás el botón rojo, masticás el teléfono.
decís que buenas tardes mi bien.

Tut, tut, tut, tut...