retornan los finales a los mismos principios: otra vez.
ladran sancho, señal que cabalgamos.
la cuestión podría ser la siguiente: yo buscando -desesperamiento mediante- alguna, una, dos, las que sean, palabras, restos desde donde enterarte.
podríamos resumir la cosa así. dos semanas de maquillada ausencia.
mis interiores de huelga, corte y asamblea. las claras,
multiplicadas, buscan desconcertadas reconocer tus no señales.
y entonces es que te ocupaste en cambiar el mundo,
que te robaron la memoria,
que detestarías volver a oir mi nombre,
o simplemente esas señales pueden esperar?
cualquiera de todas no deja de ser no objetivable.
y ahí va otra vez la contradicción a fundar mi nombre.
y entonces volver al haceuntiempo, e incluso convencerme de que nada en el origen determinaba este tipo de desenlaces. que esta vez era cierto que era diferente.
y tu descuido, coronando la escena.
y a mí no se me acaban las margaritas. deshojo y no te espero.
y vuelven los remotos, lo incierto a ocupar, a ser parte de este zafarrancho.
la escisión, querido camarada, sigue condenando.
aliena la posibilidad la representación en su lenguaje.
ahí van otra vez los mediadiores, burocracias del cariño, a legalizar este no contrato.
Mirà si te descubren anaoscura. desde acà en el sur se ve a las claras la historia.
ResponderEliminarzorrita
M.LL. y Mele