el ritmo iriente de tu culpa recorta este tiempo. pa que no pueda ser otro.
el ritmo iriente de mi indefinición es el hueco donde se guarda el miedo.
mi ansiedad escribiente no es sino lo que le queda a estas manos, pa dershacerse de la inhumanidad que nos violenta, que nos constituye.
estar no es andar.
callar tampoco mudar.
el vacío de tu silencio me recuerda a Irulana. me devuelve un ogronte.
sí a las irulanas
ResponderEliminarno a los ogrontes
no a los del pasado, esos que vuelven
ni a los mutantes que se transforman